La cara sucia. El pelo alborotado. Barro en los zapatos. Las
gafas rotas y las lágrimas saltadas. Pelea la madre, la abuela implora. Los
ojos rojos, las mejillas carnosas, los mocos caídos, las rodillas enrojecidas. Le
sangran las canillas y el niño tiembla.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Un abrazo muy grande.
ResponderEliminarEva
Muy breve, pero nos imaginamos la escena, es como dices, una instantanéa...
ResponderEliminarQue pases buenas vacaciones, Eva, y logres tus metas.
Un abrazo..
Un traspies lo tiene cualquiera, trampas que nos pone la vida.
ResponderEliminarBesos.
Breve, conciso, sugerente... Un anécdota trivial, ocurrida un día cualquiera en alguna parte de este mundo.. Las reacciones humanas se repiten. Las lágrimas del niño dan el toque final,genial, humano..
ResponderEliminarSaludos. Esperanza E Serrano
nota; me encantan tus poemas.