Me pregunto
si los peces de colores saben que lo son.
Me pregunto si
recortar es una palabra justa.
Me pregunto si los
Miura conocen su valentía.
Me pregunto si los
Mayas eran conscientes de la repercusión que tendría su calendario.
Me pregunto si
algunos políticos duermen tranquilos o necesitan somníferos.
Me pregunto por qué
unos días los aviones dejan estelas que tardan horas en desaparecer y otros… casi
no se les ve.
Me pregunto si los
muñecos de nieve saben que el sol que los hace brillar es su asesino más
despiadado.
Me pregunto si
nuestros hijos crecerán en igualdad sin la inquina de sus padres.
Me pregunto si la
crisis es cuestión de deuda, por qué no hacemos caso a lo que Jesucristo nos
enseñó “perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros
deudores”.
Me pregunto si somos
libres o sólo creemos serlo.
Me pregunto si la
vida es bella por qué encierra tanto sufrimiento.
Me pregunto por qué
algunos tienen miedo a la oscuridad si sólo es ausencia de luz.
Me pregunto si el
loco vive cuerdo o el cuerdo es un loco.
Me pregunto si la
vida es un suspiro, un lamento o un cuento.