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domingo, 25 de agosto de 2013

Mis tardes en el Circo Averías



El filamento de la bombilla se encendía y apagaba con un suave parpadeo. El director desde bambalinas nos daba la señal para que  saliéramos a la pista. El domador de leones se sentó entre un león albino africano y una pantera negra venida de la India. En un alarde de valentía puso su mano dentro de la boca de la pantera, ésta la escupió con tal asco que todo el público exhaló un suspiro abrumador. Nadie sabía que con un régimen estricto y un poco de psicoanálisis la pobre se había vuelto vegetariana.  En el segundo acto, los payasos hicieron reír tanto a los presentes que algunos acabaron llorando. Llegó el turno de los acróbatas, que con sus peripecias sobre los hilos hicieron las delicias de todos. Yo quise imitarlos y tras subirme al palo más alto se escuchó un estruendoso golpe en el suelo y una gran mole gris se estrelló sobre la pista.

16 comentarios:

  1. Gracias a todos por venir hasta aquí y regalarme un poco de vuestro tiempo. Espero que estéis pasando unas feliz verano.

    Un abrazo grande,
    Eva.

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  2. Acrobacias que hay que tener en esta vida que es como el circo Averías. Una vida llena de manipulaciones, de risas que se convierten en lágrimas y de obstáculos difíciles de sortear.
    Muy buen Relato.
    Abrazos.

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  3. Hola María Eva, hace poco que te sigo. Me gusta como escribes en general de lo poco que he podido leer, me queda mucho hacía las entradas más antiguas.
    En este microrelato está genial tu peripecia o acrobacia llevándonos hasta un final de una vida fallido por querer arriesgar demasiado en algo que no sabemos.
    De todos modos, yo soy de esas personas que piensan que es mejor arriesgar que quedarse lamentando el resto de una vida lo que pudimos hacer y no hicimos.
    Arriesgando puedes ganar o perder, pero si no arriesgas pierdes siempre.

    Un beso.
    Espero me hagas una visita a mi blog, serás bienvenida y me gustaría te quedaras para hacerme compañía en este mundo de las letras. El blog se llama Literatura a vueltas.

    Rosa.

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  4. Maria Eva yo estaba en el circo y no era una gran mole gris la que caía, era liviana y un payaso que te admiraba te recogió en sus brazos.

    A veces, en los momentos duros encontramos una mano amiga que nos ayuda a levantarnos y caminar.

    Besos,

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  5. ¡es muy bueno, Eva!

    Me gusta esta pieza que juega con la incertidumbre de ese narrador que consigue sorprendernos muy al final.

    Un abrazo,

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  6. Ay, las miserias inmensas de la felicisima vida, en apariencia, del circo...

    Un abrazo fuerte, amiga

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  7. Me encantó este micro María Eva. Así es la vida, un juego de luces y sombras continuo, en el que a veces participamos por imposición. "La apariencia natural" vence a la realidad menos sospechada; hasta la risa provocada artificialmente se convierte en drama. Y claro como seguimos el curso de la vida imitada por inercia, dejamos de lado una realidad propia y nos aventuramos sin mirar las consecuencias. Un abrazo.

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  8. Buen relato; muy entretenido. Mi deducción es que al leer tu magnifico escrito lo comparo con la vida misma. La vida es un circo, la vida esta llena de pruebas, llena de obstáculos y también es un mar lleno y revuelto al mismo tiempo de tristezas y alegrías.

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  9. !Una gran mole gris! Vaya comparación, hasta te diría que en el diario vivir nos damos grandes golpes como el de tu intento de ser acróbata... (no creo que seas una mole gris... caía una estrella)
    Precioso relato Maria, gracias por tu encantadora vista, te dejo un fuerte abrazo!

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  10. Como es la vida nos
    da y tambien nos quita...
    Es parte de ella..
    Te dejo un beso..lindo miercoles.

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  11. Pfff! no soy del todo amante del circo y sin embargo, allí estuve siguiendo tus palabras.

    Saludos.

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  12. Tras esta ausencia bloguera ;y después de esta paradójica hibernación estival, regreso a tu rincón.Tu entrada me hace pensar en mis recuerdos de infancia,en las ocasiones que fui al circo.El circo siempre me ha producido melancolía y siempre lo asocio a la soledad .Gracias siempre por tus palabras.Un cálido abrazo.

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  13. Sigo las huellas que amablemete me dejaste hace un tiempo, no las vi por despitada, gracias por tu visita y tu comentario.

    Me quedo leyendote.

    un beso

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  14. Bonito relato Eva. A veces tenemos que arriesgar para conseguir nuestros objetivos. Es un aliciente que hace la vida más interesante.

    Besos.

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