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Tranquility

domingo, 6 de octubre de 2013

Sino


He visto mi cuerpo ondeando en el aire muchas veces,
agonizo a ratos y el barquero siempre me devuelve a la vida 
porque nunca llevo la moneda que cuesta mi travesía.

19 comentarios:

  1. Gracias a todos por venir hasta aquí y dejar vuestro inestimable cariño y vuestros comentarios. Espero devolveros pronto las visitas.

    Un abrazo grande,
    Eva

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  2. Bueno pues que espere el barquero, creo que no tenemos ninguna prisa no?
    unos besotesssssssssssss

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  3. Es bueno no tener monedas y hacerle esperar, las prisas no son buenas.

    Besos,

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  4. No es el tiempo, aún.
    Precioso pensamiento.
    Besos.

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  5. Realmente bonito e inspirado.

    Un abrazo!

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  6. ¿Se puede decir más con menos? El dinero siempre no es necesario. Bsos.

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  7. Tú si que eres lista: dejar el monedero en casa en ciertas ocasiones como esta va de perlas. Me encantó.

    Un beso
    Rosa

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  8. Tú si que eres lista: dejar el monedero en casa en ciertas ocasiones como esta va de perlas. Me encantó.

    Un beso
    Rosa

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  9. Si no llevas la moneda... es que aún no ha llegado tu hora.
    Muy bueno, me ha gustado.
    Un abrazo grande, hacía mucho que no pasaba por aquí.

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  10. Un placer volver a leerte y un placer tus gratificantes comentarios.Siempre me ha llamado la atención la visión del infierno clásica.Dante la refleja muy bien en la Divina comedia.El barquero Caronte nos aguarda indefectiblemente y un día en nuestro bolsillo aparecerá una moneda de repente.Certera y existencial reflexión.Un cálido abrazo.

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  11. El barquero me devolvió en una ocasión cuando ya había visto incluso a Cerbero. Aún no sé porqué ése cambio de opinión que hoy me contraría más que nunca.

    Un abrazo.

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  12. Sin duda que este SINO nos suele suceder.

    Besos.

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  13. Ups! me estremeció, y qué alivio tu regreso.
    Por otra parte tu post me sugirió cuando en el pasado solía meditar o soñar despierta, hasta lograr dejar mi cuerpo y observarlo dormido desde un banco improvisado en las alturas. Un tema fascinante.

    Saludos.

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  14. María Eva, esta entrada tuya, prosa poética, nos hace pensar en aquellos momentos en que la vida nos zarandea, nos pone al límite; sin embargo no es el momento de liquidar nuestra existencia. EL destino de cada uno se deja acariciar hasta que llega el momento de entregar esa moneda de cambio. Un abrazo grande.

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  15. A partir de hoy, no llevaré nunca un euro en los bolsillos (por si acaso). jeje
    María, aprovecho para desearte una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
    Un beso.

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    Respuestas
    1. ¿Quién sabe cuando nos espera el barquero?

      Gracias Manuel por tus buenos deseos.

      Un abrazo grande,
      María Eva.

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