Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas observo
mi alrededor. Aún duermen todos en la casa.
Los pinos se mecen acariciados por el viento entre las nubes, la nieve
cubre las cumbres con un abrazo blanco. Voy sintiendo un frío que me invade como una ola serena
hasta llegar a mi corazón. Pasa un rato que se me hace eterno y, ya no veo las
nubes, ni los pinos, solo siento unas manos…
Imagino que muchos conocéis Relatos en cadena, pues bien, la semana pasada se me ocurrió mandar éste que habéis leído. La frase por la que tenía que empezar era "Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas"
ResponderEliminarGracias a todos por venir como siempre hasta aquí.
Un abrazo muy grande,
Eva.
Pues lo has empezado de maravilla, lo seguirás . . . o es otro el que
ResponderEliminartiene que coger el testigo. . .
Bueno sea como sea el comienzo promete.
Un fuerte abrazo -cuidado con esas manos-
Eres genial, Eva.
ResponderEliminarPero, pero que pastillas eran esas, pastillas como manos. Me quedo pensativo.
ResponderEliminarSaludos
Esos puntos suspensivos finales dejan el relato abierto. Cada lector completará según su gusto, está claro.
ResponderEliminarBien escrito, con rasgos de un lirismo que le sienta muy bien.
Mucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
Qué suerte que soltaste las pastillas y pudiste esperar ese tiempo helado hasta que vinieran las manos...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Eva.
Buena apuesta para el concurso, María Eva. Un concurso que -además- presenta la dificultad de esa primera frase obligatoria, que tu has sabido resolver muy bien.
ResponderEliminarTal como apunta Isabel, dejas un micro abierto para que el lector -apoyado en su título- pueda acabar de elaborar su propia historia.
Un abrazo,
Espero que esas manos trajeran calor a tu corazón y luz a tu mirada.
ResponderEliminarUn abrazo,
Es genial, una entrada divina, de diosassssssssssss, como tu.
ResponderEliminarLa próxima continuarás?
Beso en el alma y feliz semana.....muackkkkkk
Onírico...
ResponderEliminarSuerte con el relato.
Que estas mãos possam materializar-se em um abraço para aquecer neste ambiente de neve e frio. Abraços
ResponderEliminarDado que creo que esas pastillas no eran gominolas, lo mejor que se podia hacer era soltarlas...
ResponderEliminarY esperar el calor de la mano...
Un abrazo, amiga
¡¡Hola amig@!!
ResponderEliminarNavegando por la red me he encontrado con tu blog y quería acercarme por tu casa para saludarte.
Es un placer para mi persona aprender de muchas de vosotras, a veces incluso llegando a sorprender por la ilusión con la que se llevan a cabo los diferentes proyectos, me gusta el estilo que utilizas.
Vivimos en un mundo globalizado donde la carencia de tiempo es algo manifiesto, real, medible que impide llevar a cabo multitud de proyectos, mantener un blog en activo soy consciente de las dificultades que entraña.
Por eso mi más sincera enhorabuena y también apoyo para seguir en esta misma línea, que no es para nada sencillo.
Si me lo permites me quedaré por tu rinconcito, para leerte con más frecuencia más a menudo.
Si te apetece puedes pasarte por felicidadenlavida
Un abrazo;
Francisco M.
Me encantan los relatos en cadena, y me gusta tu blog, y la imagen del encabezamiento, un placer haberte descubierto.
ResponderEliminarUn beso.
Guau! Yo no soy capaz de seguir con exito un relato en cadena pero es que con la frase que había que enlazar menos aun. Tú lo has resuelto muy bien.
ResponderEliminarOjala esas manos derritan ese corazón que empezaba a congelarse.