Seguidores

MUCHAS GRACIAS

SIN VOSOTROS ESTO NO SERÍA LO MISMO. GRACIAS POR ESTAR EN ESTE SITIO.

Tranquility

viernes, 23 de noviembre de 2012

La Bailarina



El ambiente en aquel tugurio invitaba a tomar más de una copa de alcohol. Bastantes me habría tomado o incluso la botella entera de whisky de no ser porque había perdido el dinero entre tanto golpe y el trajín de recorrer inextricables callejones intentando salvar lo que me había dejado el sicario que me perseguía: mi propia vida. Me planté en mitad del local intentando encontrar la puerta de los aseos; vi salir a un hombre de detrás de una cortina que daba paso a un pasillo estrecho y deduje que al final  estarían. Me dirigí hacia allí y encontré lo que estaba buscando. Abrí el grifo no sin antes mirarme un par de veces en un espejo carcomido y enmohecido por lo años que solo Dios sabe llevaría allí colgado. La ceja derecha me sangraba, aún tenía un hilito de sangre que recorría toda mi cara aunque interrumpido a la altura de la mejilla. Me  lavé  y recompuse un poco mi aspecto. Las canillas de las piernas aún me temblaban del esfuerzo. ¡No estaba acostumbrado a correr! Me dirigí a la barra donde un camarero de aspecto lánguido servía licores entre movimientos  carentes de toda gracia, preso del aburrimiento del que lleva muchos años haciendo el mismo trabajo. Me bebí de un solo trago el whisky que le había pedido. Al principio entró abrasando la garganta y cuando sentí su calor en mi estomago ya le estaba haciendo señas para que me sirviera otro. Volví a beberlo de un sorbo. Sentí como se me aflojaban los músculos poco a poco, cómo me iba relajando y mi cuerpo iba alcanzando una liviandad extraña para mi. Esa sensación de relax la rompió una melodía monódica y una bailarina que vestía una túnica transparente  delicadamente bordada apareció en escena. La mujer era extremadamente bella y, su cabello, como las crines de un pura sangre negro hacía juego con sus ojos que te invitaban a seguir cada uno de sus gestos. La cadencia de sus movimientos era hipnótica y pronto me di cuenta de que la bailarina estaba frente a mi. El sigilo con el que se movía me embelesaba y hacía que mi sangre hirviera en mis venas. Ardía en deseos de tocarla. Me sentía mareado por momentos, un olor a marihuana llegaba a mi olfato y penetraba tan intensamente como si la estuviera fumando yo mismo. La bailarina se acercó a mí y me susurró algo al oído que no pude entender. Tenía todos mis sentidos embotados y eso no era normal; apenas había tomado dos copas. Yo soy un hombre corpulento necesito mucho más de lo que había bebido para perder la noción del tiempo como la estaba perdiendo en esos momentos. Sin embargo, algo rondaba por mi mente, ¿cómo era posible que aquella mujer se fijara en mi cuando había tantos hombres en el local? ¿Dónde la había visto yo antes? No podía recordar donde la había visto, estaba seguro de que la conocía de antes. La gente parecía no darse cuenta de todo lo que estaba sucediendo entre la ella y yo. Asistían inamovibles al espectáculo, desde el viejo que fumaba su pipa en un rincón distraído con en el humo, hasta los que estaban en las diferentes mesas. Tenía la sensación de que todo eso giraba en torno a mí, de que estaba todo preparado, una déjà vu.
Me resbalé del taburete en el que estaba sentado y al caer al suelo vi como dos hombres intentaban levantarme. Cuando desperté me encontré en una habitación toda acolchada y los dos hombres intentaban ponerme una camisa de fuerza. Una enfermera de pelo negro insistía en que me  tranquilizase.

22 comentarios:

  1. Os dejo esta reposición por si alguno no la conoce. Sé que muchos la habéis leído, pero el río está seco y a falta de otro caudal, bueno es este.

    Un abrazo muy grande para todos y espero que paséis un buen fin de semana.

    Gracias por venir hasta aquí.

    Mis besos,
    Eva.

    ResponderEliminar
  2. Pues está bien lo de hacer reposiciones porque así a los que somos recientes no se nos escapan estas pequeñas preciosidades. Me ha gustado.
    Un saludo desde un momento de lectura

    ResponderEliminar
  3. A veces no queda más remedio que tirar por la calle de enmedio, jejeje hasta que la musa vuelva.
    Me ha gustado el relato, aunque el final no me lo esperaba, jaja pensaba que se iria con la bailarina y le conduciria hasta el sicario, en fin.....
    un besote buen finde

    ResponderEliminar
  4. Buena trama con un final inesperado,
    buen relato.
    Un abrazo y buen finde.

    ResponderEliminar
  5. Al final sonaré a pesado, pero me alegra que nos traigas las reposiciones que no llegamos a leer en su momento, María Eva.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  6. Mi querida Maria Eva, yo leo por primera vez el relato y me pareció fantástico.
    Venía acelerada con la lectura y el final como siempre de sorpresa!
    Te deseo un hermoso fin de semana, abrazos miles!

    ResponderEliminar
  7. Puedes seguir reponiendo relatos para los que somos nuevos en plaza. Sorprendente final y buena trama.

    Parece que compartimos la afición de escribir. Te sigo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Hola Mª Eva, paso a agradecer tu vivista x mi espacio y dejarte una frase q "ando regalando" xq me gustó mucho.

    Nos prometieron que los sueños
    Podrían volverse realidad.
    Pero se les olvidó mencionar que las pesadillas también son sueños.
    “Oscar Wilde”

    Buen finde, bss.

    ResponderEliminar
  9. A mí me vino bien porque no lo había leído, y me pareció genial el texto...
    Me gustó mucho cómo te va llevando todo el tiempo, es como que no puedes dejar de leer, te atrapa.
    Un beso, buen fin de semana

    ResponderEliminar
  10. Mientras iba avanzando en la lectura, sentia una opresión sin poder adivinar a qué se debia,hasta que he llegado a ese final que no me esperaba y lo he comprendido.

    Un besote preciosa.

    ResponderEliminar
  11. fluidez prosaica, relato a vuelta de rueda y el subconsiente lo absorbe como alimento fresco placentero que te hace transitar en una vida alterna, esa que existe atraves de los demás pero que es parte mía. Asi me sentí, como un protagonista, igual de absorto, igual de confundido por los sucesos ocurridos.

    Tu estilo me ha gustado, sigueré paseando por tu blog como libelula recien despierta!

    Saludos Eva!!!

    ResponderEliminar
  12. Hola amiga, gracias por ofrecernos esta entrada.
    Feliz domingo.

    ResponderEliminar
  13. ¡Hola, Mª Eva!

    Este relato, me ha traído a la mente aquella canción de Víctor Manuel: "Baila, baila, baila, bailarina. Él siempre espiando tras de una cortina. Ese amor secreto, que pretende y que le esquiva, que se escapa como el humo de puntillas..."

    Te agradezco la reposición y las sensaciones.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Me gusta leerte como tambien releerte, tienes magia al rematar tus relatos.
    Un beso María Eva

    ResponderEliminar
  15. Hola bombonazo....jajjajaj. Relatas como nadie, comienzo a leerte y poco a poco me adentro tanto, lo vivo tanto que.........ya sabes como continuo: ME SABE A POCO.

    Gracias por tus palabras siempre de cariño hacia mi, por tus visitas y por compartir tu arte.
    Besosssssssssssssssssssss y feliz semana.

    ResponderEliminar
  16. Gracias Maria Eva. Un relato estupendo con todos los ingradientes necesarios para quedar atrapada en el. El giro inesperado pone el broche final que tanto me gusta.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  17. como despertar de un sueña a la pesadilla..qué feo!

    Una historia que mantiene la tensión.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  18. Como dice Beatriz, pasar de un sueño a una pesadilla !!
    besossss

    ResponderEliminar
  19. Maria Eva, necesito contactar contigo por mail...me envias tu uno desde el enlace de mi blog???? o como lo hacemos??? Se lo pido a Mandy??
    Ya me dices.
    Besotes

    ResponderEliminar
  20. Muy bueno, como siempre lo que trasmites en tus relatos.
    Un beso Eva.

    ResponderEliminar

Comenta con el respeto que te mereces tú y nos merecemos los demás. Gracias.