Todos duermen y yo, intranquilo, me levanto y voy hacia la cocina. Todo sigue en el mismo lugar que hace media hora, nada ha cambiado, la ventana entreabierta deja pasar la luz de la calle. El último vaso de leche reposa sobre el fregadero junto a los otros tres.
Sí es el cuarto vaso de leche que
me he tomado, con su azúcar y un poco de ese café descafeinado de oferta del
supermercado que compra mi mujer. Debería dejar de tomar tanta leche, no me
sienta bien y el médico me ha dicho que no tolero la lactosa, ¿qué sabrá ese?
Toda mi vida la he tomado y me ha sentado bien, desde niño con pan y sin pan,
con azúcar y sin ella, con hambre y sin hambre. Lo que no me sienta bien es
esta maldita vida que llevo siempre trabajando, no he tenido un solo día de
descanso hasta ahora, y claro, a mis años ¿qué voy a hacer ya? “No eres
necesario, vamos a prescindir de ti, es hora de viajar” Cincuenta malditos años
de mi vida en el mismo sitio partiéndome el lomo por sacar la fábrica hacia
delante. El nuevo director ha llegado con fuerza, es duro que te despidan, y,
mucho más cuando es tu propio hijo.
Reposición.
ResponderEliminarEspero que todos disfrutéis de un magnífico fin de semana. Gracias a todos por venir hasta este rincón.
Un abrazo muy grande,
Eva.
Es refran que dice: De fuera vendrán y de tu casa te echaran...en este caso hasta de dentro de tu casa...él lo ha criado y educado, sabrá con que criterio lo ha hecho.
ResponderEliminarUn besote preciosa.
Cria cuervos y te sacaran los ojos.
ResponderEliminarY que verdad es. A veces no sirve de nada sacrificarse por los hijos,pero es lo que hay.
un besoteeeeeeee
Duro, María Eva, muy duro y tan real.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muy bueno. Me ha recordado esto que vi ayer.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=2PHYeUVuZf0#t=96s
Buen fin de semana.
Cualquier comentario , creo que no lograría exponer todo lo repugnante que me ofrece esta moraleja.
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre en tí.
Un beso.
Me ha gustado, sobre todo el final. No me lo esperaba... Ha sido un placer venir hasta aquí, como siempre. Un saludo y buen fin de semana desde unmomentodelectura.
ResponderEliminarpara echarse a llorar...sino es por el final , que es de risa !! vamos , que ya se le pasara! ahora a viajar , descansar, y apuntarse a montón de hobys! que sino va hacer ya ? jaja- besoss
ResponderEliminarUn final impactante, excelente lectura mi querida Maria Eva,
ResponderEliminarte dejo un abrazo, bonito fin de semana.
Pues te diré que me has pillado desprevenida con el final. No esperaba eso..........pero me ha gustado.
ResponderEliminar"Cría cuervos y te sacarán los ojo"
un besukkkkissss muy especial cariño.
Se feliz y empieza la semana con fuerza.
Hola María Eva. Saludos desde Chile.
ResponderEliminarHe visto tu nombre por casualidad en otro blog, y he pasado a conocerte. Me gustó tu relato, aunque triste, tiene mucho de verdad.
Un abrazo!
Pilar Lepe
www.pilarlepe.blogspot.com
Bueno, eso no es un hijo, es un cuervo...
ResponderEliminarParecen la misma cosa, pero no lo son realmente.
Un abrazo, amiga
buen relato no somos nada.
ResponderEliminarestamos vivos .
un beso cuidate.
Este relato me ha pasado y muchas veces me quedo así cómo narras, muy bellas tus palabras! te mando un abrazo c:
ResponderEliminarPues la verdad es que no es para menos, a mi también se me quitaría el sueño...y algo más, de saberme despedido por mi propio hijo. Muy bueno Maria Eva, me has hecho reflexionar, y se ma ha encogido un poquitín, el alma.
ResponderEliminarGacias,
Cria hijos y te llorarán los ojos... O no era así?
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