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Tranquility
jueves, 25 de octubre de 2012
El Prójimo
Apareció. Sus ademanes de
caballero se esfumaron al quitarse los guantes, al quitar la capa asomó su
vestimenta y al poner su sombrero de copa sobre la mesa, se mostró tal y como
era.
Con esta nueva página tengo dificultades para leerte, no me abre la misma, al tener una conexión lenta...hoy lo hago desde otra localidad donde la conexión es muy buena.
Hola!! he pasado por aqui y me ha gustado mucho tu blog, asi que me quedo!! tienes una seguidora más. Pasate por el mio, tengo dos sorteos muy jugosos!! tu y tu blog quedais oficialmete invitados XD
Dicen que no es oro todo lo que reluce....y donde menos te lo esperas, salta la liebre. Pues así andamos. Un beso cariño, como siempre un placer entrar en tu rinconcito....Feliz semana.
Cómo no sé donde dejarte el comentario en tu último post, lo hago aqui.
Un microrelato muy bueno...donde en pocas letras condensas todo un sinfin de historia...me ha encantado y disfrutado...no el psicólogo...este pobre le ha salido cara la visita. Odio que alguién se corte o se coma las uñas delante mia.
Se dice que el hábito no hace al monje y si no, basta rascar un poquito para que salgan la realidad.
ResponderEliminarMe gustó
Saludos
La imagen no es todo, a veces detrás de ella se oculta otra historia.
ResponderEliminarTe dejo un beso María Eva
A veces no sabemos lo que se esconde detras de la apariencia de una persona hasta que se desnuda.
ResponderEliminarBella reflexion Eva.
un besote
Detrás de la ropa no sabemos quién se esconde...y a veces ya es tarde cuando se conoce.
ResponderEliminarUn besote preciosa.
Con esta nueva página tengo dificultades para leerte, no me abre la misma, al tener una conexión lenta...hoy lo hago desde otra localidad donde la conexión es muy buena.
ResponderEliminarUn besote preciosa.
Qué bueno!! No sabés todo lo que me imagino de cómo era... Lo que más me gusta es que no lo digas...
ResponderEliminarSaludos
eso, eso......alienta nuestra imaginación...jejeje
ResponderEliminarBesitos Maria Eva
Y todavia hoy se le da mas respeto a quien viste de sedas y no al arapiento que arrastra sus penas sin consuelo.
ResponderEliminarTe felicito Maria Eva por esta entrega.
Besos y se feliz!
Hola, María Eva:
ResponderEliminarLa apariencias engañan... Caras vemos, corazones no sabemos.
Un abrazo.
Un abrazo.
Hola!! he pasado por aqui y me ha gustado mucho tu blog, asi que me quedo!! tienes
ResponderEliminaruna seguidora más.
Pasate por el mio, tengo dos sorteos muy jugosos!!
tu y tu blog quedais oficialmete invitados XD
Un beso!
Un micro que luce en lo soterrado, María Eva, en el que su intertextualidad esbozada nos sugiere el resto de las escena para que la completemos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Quedó al descubierto su verdadera imagen, muy buenas letras mi querida Eva.
ResponderEliminarUn placer pasar a leerte, te dejo un fuerte abrazo.
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Buen fin de semana.
Dicen que no es oro todo lo que reluce....y donde menos te lo esperas, salta la liebre. Pues así andamos.
ResponderEliminarUn beso cariño, como siempre un placer entrar en tu rinconcito....Feliz semana.
Buen micro.
ResponderEliminarVendría a ser como aquello de que, aunque la mona se vista de seda...
Un saludo!
Al parecer todos llevamos una o varias máscaras. Es la condición humana, nada que hacer.
ResponderEliminarSaludo afectuoso.
De disfraces y antifaces las calles van llenas, lo que ellos no saben es que los zapatos les delatan.
ResponderEliminarbesos
Las apariencias engañan, no hay dudas. Muy bueno. Un abrazo
ResponderEliminarMagnifico... Quedó atrás el fiero hombre y se manifestó el lindo gatito...
ResponderEliminarMagnifico, amiga
Una realidad lamentable.
ResponderEliminarSiempre he sospechado de la ovejas simpáticas.
ResponderEliminarUn abrazo!
Cómo no sé donde dejarte el comentario en tu último post, lo hago aqui.
ResponderEliminarUn microrelato muy bueno...donde en pocas letras condensas todo un sinfin de historia...me ha encantado y disfrutado...no el psicólogo...este pobre le ha salido cara la visita.
Odio que alguién se corte o se coma las uñas delante mia.
Un besote preciosa.
demasiados disfraces usamos en la vida para no mostrarnos tal como somos, no sé a qué viene escondernos.
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog.
Saludos,
Claro y conciso.
ResponderEliminarUn abrazo mi amiga Eva.
A veces, para que no nos descubran usamos guantes, capa y sombrero.
ResponderEliminarMe gustan tus relatos Eva.