Viví a la deriva
Como un barco sin puerto
Oteé el horizonte
Sin llegar a encontrarlo.
Libré mil batallas
Para vencer mi tristeza
Con gentes sin rostro
Sin llegar a ser una proeza.
Paré mis pies
Y se detuvo el tiempo
Cerré mis ojos
Y agonizaron mis sueños.
No, que no agonicen tus sueños ni los de nadie. Los sueños nos mantienen vivos y alertas, en pie para perseguir lo deseado, prestos para denunciar lo injusto.
ResponderEliminarMenos mal que está la lírica para desahogarnos, porque sé que tus sueños están ahí y el poema es un escape, la curación del miedo.
Un beso, María Eva.
Me gusta el poema, pero me gustaría pensar que siempre hay una esperanza y que al abrir los ojos un nuevo horizonte te invita a una nueva singladura.
ResponderEliminarSaludos
María Eva, hay sueños que mueren pero son aquellos sueños de una noche, al abrir tus ojos habrá mil lunas más para soñar.
ResponderEliminarUn beso
Vida, María Eva, esta pieza es vida pura.
ResponderEliminarUn abrazo,
Hay poesía...hay sueños, hay letras...hay deseos!
ResponderEliminarPrecioso post, un placer leerte, te dejo un fuerte abrazo.
Buen fin de semana.
Un poema con un aura de pesimismo.Pero con una gran carga realista,un saludo,
ResponderEliminares un poema redondo en su forma y fondo María Eva,
ResponderEliminarfelicitaciones
abrazo y feliz inicio de semana
Hay que buscar,para saber tu destino, por el firmamento....
ResponderEliminarMe gustan tus cosas! Cariños
Certeros versos.
ResponderEliminarPersevera.
Saludos.
Me he encontrado con tu blogs y ma ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso el poema y precioso que te ha quedado el blog. Enhorabuena por ambas cosas.
ResponderEliminarBesos.
Impecable y realista. Muy buen poema. ¡Felicitaciones! Un abrazo
ResponderEliminarQué chulo!!! Me encantó este poema...
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