Apuraba la colilla del cigarro y la
última calada le llego hasta lo más profundo de sus pulmones. Una tos fuerte le
sobrevino y en apenas unos segundos sintió que se iba de este mundo. La saliva
le cortaba el transito del aire hacia sus pulmones encharcando su boca y provocándole
que su cuerpo se doblara buscando la postura en la que poder escupir y salir de
ese túnel de muerte en el que se había metido. El médico le tenía prohibido
fumar, además de otras cosas, pero poco le importaba ya; el forcejeo había
acabado con su mejor amigo y las sirenas de la policía se escuchaban en la
calle.
Los vicios al final se pagan con creces...me ha gustado muchisimo como describes y relatas...un besote.
ResponderEliminarImpactante,
ResponderEliminarhay vicios que jamás se pierden,
un saludo
y feliz verano
La nicotina acabo con este personaje sacado de una novela policiaca diria yo,un saludo.
ResponderEliminarSon elecciones de vida con un costo elevado.
ResponderEliminarBuen relato María Eva, siempre me sorprendes.
Un beso
Este es un micro que tiene una ambivalencia muy marcada, María Eva; toda vez que puede interpretarse la historia de más de una forma y eso es lo que le da brillo.
ResponderEliminarEl juego de imágenes es lo suficientemente bien trazado como para permitirle al lector completar la historia a su gusto.
Buen trabajo.
Un abrazo,
Esperaba esa muerte, bien descrita por cierto, pero me he desorientado con las sirenas de la policía.
ResponderEliminarEs el mundo que tenemos, nos matamos solos y solos morimos y en las calles se matan.
Gracias por tu sustancioso comentario.
Con ternura
Sor.Cecilia
Pues yo diría que l@ mató la soledad porque bienn claro lo dijo, él era su mejor amigo, y ya vimos cuánto lo apreciaba!
ResponderEliminarMuy bien escrito y con una idea muy clara.
Saludos.
Un vicio díficil de dominar...muy bueno tu relato.
ResponderEliminarSiempre es un palcer leerte mi querida Eva, te dejo un fuerte abrazo, buen comienzo de semana!
yo todos los días intento dejar de fumar
ResponderEliminares una pesadilla
muy buen relato, certero y conciso María Eva
a veces la voluntad se hace la loca jajaja y no hace caso al buen consejo
abrazo y buena semana
ese último aliento que se va con esa justificación del fumar...quizá también la soledad avivó su malestar... un saludo y precioso relato.
ResponderEliminar¡¡Hola!!, te escribo desde el blog literario
ResponderEliminarLa Biblioteca de la Morgue,
Un blog en el que podrás encontrar reseñas literarias, críticas de películas y muchas secciones más, ¿Te unes?. Yo te sigo desde ya ^^. Espero que te guste mi espacio e intercambiemos opiniones, a mi el tuyo me ha encantado!! ^^
¡Nos leemos!
Bisous
La Biblioteca de la Morgue